Siempre he vivido de espaldas a Image. Incluso antes de su creación. Liefeld siempre me ha parecido una mala copia de J. Lee, que sólo tuvo éxito porque era la respuesta blanca a este del siempre chauvinista y racista estadounidense medio. La fascinación por J. Lee me duró 3 nº, hasta que me quedó claro que es tan solo un posturitero (como me sacaba de quicio que todas sus féminas caminasen de puntillas y siempre se mostrasen de perfil) y la fascinación por McFarlane me duró un poco más, 6 nº, lo que tardé en comprobar que era un Golden sin manos y bizco. Por eso pasé de Image. Tuvieron que pasar años hasta que compré algo, DV8 (que era un cómic majo, a saber como es ahora). Esa fue toda mi incursión en el universo superheroico de aquella editorial. Pero aquí y aquí me pusieron en alerta sobre los Wildcats de Casey. Me picaron mucho la curiosidad. Así que cuando vi la cole (casi) completa saldada, no pude resistirme y menos cuando al ojearla, me pareció un cómic de superhéroes chulo, gamberro y diferente.
Wildcats 3.0 es un reinicio o renumeración de Wildcats, en este caso, muy pertinente, porque comienza una nueva etapa (aunque su semilla se plantó en el anterior volumen) y, además, muy diferente a lo anterior, con casi todos los pjs nuevos y con un enfoque totalmente distinto. Un enfoque adulto, en el sentido de complejo y serio, no en el de palabrotas, sexo y violencia (que también, pero Casey ni abusa ni se basa en ello) totalmente diferente a cualquier colección del género de aquel momento, en lo que fue otra manifestación de aquel movimiento que se dio alrededor del 2000 que pugnaba por introducir realismo en el género intentando no traicionarle, tanto para (pos)modernizarlo, como para darle credibilidad en unos tiempos que ya no creen en la bondad de los héroes. Un movimiento que acabó en cuanto esta corriente nueva, porque estaba vendiendo, fue fagocitada por el mainstream y, por tanto, adulterada y edulcorada para ponerla al servicio de una industria conservadora falta de ideas y con mucho interés por mantener el status quo.
"Authority" intentaba llevar realismo al género derivando hasta su conclusión lógica el heroísmo de los superhéroes. Si estos buscaban el bien de la humanidad, no podían limitarse a defender un status quo a todas luces injusto e inmoral. "X-Statix" introducía el realismo convirtiendo a sus pjs en celebridades posmodernas, su heroísmo se matizaba con la perversión que la popularidad siempre produce entre los que la gozan. "Powers" por su parte incidía en los problemas que habría entre los humanos y los superhéroes. En como las prácticas superheroicas influirían en los procedimientos policiales. Y algunos ejemplos más, como "Ultra", aunque este llega un poco tarde.
En fin, Casey, con este cómic, pretendía contarnos como los superhéroes intentaban cambiar a mejor todo el mundo. Pero el quid de este cómic es que no lo iban a hacer con violencia como en "Authority", "Escuadrón Supremo" u otros ejemplos, si no siguiendo las reglas. Naturalmente con independencia de cualquier institución o interés creado. Esta es la idea genial de Casey y también su pecado, porque suponía volar demasiado alto. Casey planteó el cómic, además de como uno superheroico, como un análisis crítico del capitalismo actual, el de las multinacionales. Los Wildcats, apoyados en sus poderes y en su privilegiado acceso a tecnología alienígena, iban a competir con las multinacionales con productos progresistas, en el sentido de que daban más libertad y autonomía al consumidor, equilibraban la balanza y le venían mejor al planeta. Así, todo gira alrededor de una nueva fuente de energía ilimitada. Con ella, los países pobres no tendrían que gastarse millonadas en fuentes de energía que no tienen, la ecología del planeta se vería libre de un economía que se basa en la explotación de escasas y mal repartidas fuentes de energía caducas, con lo que también se eliminaría gran parte de la fricción internacional, y, por último, los consumidores no se verían sometidos a los intereses de las multinacionales. Esta es la premisa interesantísima y original de Casey. La consiguió desarrollar bastante bien. La pena es que no la terminó. Las ventas no acompañaron a un cómic tan diferente y con tanta calidad (es curioso como casi siempre la calidad es el camino más corto hacía el fracaso, qué nos ocurre?) por lo que la historia se quedó colgada en un momento interesantísimo, cuando la tensión entre los poderes establecidos (el gobierno estadounidense y sus aliados magnates del petróleo) estaba llegando al clímax, así como el pasado de los Wildcats estaba volviendo. De este modo la cole, tras un pequeño bache en la parte central, estaba mejorando número a número y estaba llegando a ese punto que separa las magna opus de los bluf.
Es una pena no poder saber que camino habría tomado. Desde luego el trabajo de Casey se merecía un destino mejor. La historia la estaba desarrollando muy bien. La había plagado de multitud de pjs carismáticos (yo destacaría el contable negro por su originalidad, ya que es un tipo con superpoderes que no quiere ser superhéroe), de intrigantes misterios e interesantes subtramas (la de la suplantación por amor me parece brillante e interesantísima, además de algo nunca visto en el género), de humor, ironía y acción, de crítica, gamberrismo y cinismo y de buenísimos diálogos escritos con ingenio y soltura. Había conseguido hacer que los pjs fuesen muy verosímiles y que nos encariñásemos con ellos, así como un planteamiento del género novedoso y peculiar, muy fresco y satisfactorio. El único pero que se le puede poner es que iba lento, por eso a la mitad de este volumen la cole se atasca, aunque pronto vuelve a avanzar hasta un final totalmente frustrante porque nunca continuará.
La cole tuvo varios dibujantes. El principal es D. Nguyen un dibujante que consigue maquillar con éxito su torpeza y su estilo Image. Se lía con la anatomía, pero como suele pasar con este tipo de dibujantes, se le da muy bien los rostros y la gestualidad. Práctica el esteticismo Image, pero le salva de su fatuidad y falsedad un talento más propio de un diseñador o ilustrador (sólo hay que fijarse en sus estupendísimas portadas y portadillas que, sorprendentemente, están estupendamente tratadas por los packagers de PDA) que de un dibujante de Cómic. De esta forma, con un estilo sintético, limpio y elegante, muy preciso y armonioso, que da ligereza a la lectura y belleza a las páginas, hace un trabajo notable. A esto hay que añadirle un gran talento para las arquitecturas, un gran narrativa y un encomiable profesionalidad para alguien criado en Image. Por todo esto Nguyen hace suya la colección y se conjuga perfectamente con los guiones de Casey, por lo que hace que funcione la comicidad, las ideas y, sobre todo, la caracterización magistral de este. El gran equipo que formaron estos 2 convirtió a Wildcats en una joyita y por eso, quizás, al ser una cole que andaba por el filo de la navaja, su sustitución por dibujantes mediocres fue la sentencia de muerte para esta.
Velasco, aunque con un estilo similar al de Nguyen, empobrece el cómic porque su dibujo es torpe, árido y más propio de un cómic infantil, supongo que estaba empezando. Le sucede Rouleau, un dibujante muy particular y uno de los más inquietos del mercado estadounidense (quizás por ser canadiense, que no lo sé, pero es lo que su apellido me sugiere), como refrenda el hecho de que haya hecho una miniserie como autor completo de los Metal Men (pronto publicada por PDA). Aquí resulta problemático porque no dibuja como sabe hacerlo (y no es que lo haga bien, es que tiene un estilo rocambolesco e inusual) y además no está fino. De este modo, aunque es una mejora, su caricaturismo infantilesco no casa con lo establecido por Nguyen en las psiques de los seguidores de la cole ni con los realistas guiones de Casey. De esta forma, con estos 2 dibujantes, la cole pierde emoción y calidad en sus últimos 9 nº. Hay que mencionar a Ferry porque se encarga de un nº. Aunque a mí no me gusta por ser demasiado rígido y posturitero es mejor que Velasco o Rouleau.
Hay que mencionar también la estupenda edición de una irreconocible PDA. Cara pero donde se nota que hay humanos detrás de ella. Rotulando en castellano de forma similar al original, sin erratas u errores y con una maquetación que trata de estar a la altura del estupendo trabajo de diseño de Nguyen, ofreció un producto sólido y bonito. Una lástima que la falta de ventas también afectase a la cole en España y los últimos números se finiquitasen en sendos toscos tomos (antes la edición era en prestigios a lo Norma pero mejores). En fin, un continente cuco y cuidado que le hacía un favor al contenido.
Hay que mencionar también la estupenda edición de una irreconocible PDA. Cara pero donde se nota que hay humanos detrás de ella. Rotulando en castellano de forma similar al original, sin erratas u errores y con una maquetación que trata de estar a la altura del estupendo trabajo de diseño de Nguyen, ofreció un producto sólido y bonito. Una lástima que la falta de ventas también afectase a la cole en España y los últimos números se finiquitasen en sendos toscos tomos (antes la edición era en prestigios a lo Norma pero mejores). En fin, un continente cuco y cuidado que le hacía un favor al contenido.
Antes de terminar voy a hablar brevemente de 2 tomillos más, que me llevé por la confusión del momento, a modo de bonus tracks.
Coup d´etat: crossover entre "Sleeper", "Stormwatch", "Wildcats" y "Authority", que cuenta la toma del poder en EE.UU. por el último grupo. Es flojo, la mayoría de los nº no cuentan gran cosa y no están bien dibujados, pero tiene cierta originalidad por utilizar ideas kirbianas y dejaba las cosas interesantes pues, por ejemplo, a raíz de esto se presumía que Wildcats y Authority se acabarían enfrentando.
Battery Park: es el tramo final del anterior volumen de los Wildcats. En él se pone el tablero que ya vemos montado en el nº 1 de W3.0. Me lo llevé pensando que era el final y resulta que era el principio. Lamentablemente es el mejor tomo de los que he comentado. Es muy bueno y además, de obligada lectura, pues matiza y contextualiza lo posterior, de modo que lo enriquece y le añade interés, emoción y miga. Cuenta el desmantelamiento de los Wildcats. Como estos, al perder la razón que les convertía en superhéroes, lo dejan y se dispersan quedando sólo Spartan, por su misión mesiánica y Grifter, ya que es más asesino que superhéroe. El cómic es un prodigio de Casey. Se parece un poco al 1º nº de Moore de "La Cosa del Pantano" en el sentido de que Casey llega a una cole establecida y la cambia totalmente de forma coherente y lógica, de manera que la hace suya y además, mucho mejor. El abandono es lo que une a las diferentes historias, paralelas pero interconectadas (la de Vudú y Maul, la de Spartan y Grifter y la de Zealot), que conforman este tomo. Estas estan magistralmente contadas por Casey porque dio con el tono crepuscular preciso y caracterizó excepcionalmente a los pjs de forma que se percibe su desaliento. Una historia muy bien desarrollada con guiños de metacómic (es lógico que los Wildcats esten en crisis si sus creadores y el público los han dejado tirados), que relata maravillosamente un momento crítico en la vida de unos pjs que han perdido su razón de ser. En fin, un gran guión muy bien defendido por un Dillon, tan severo y sobrio como eficiente, y por Philips, que consigue que su expresionista dibujo encaje bien con los guiones de Casey por una gestualidad notable y una gran narrativa. Aunque hay que reconocer que el coloreado le ayuda mucho, porque entiende bien el propósito atmósferico del trabajo de Philips, de modo que lo complementa haciéndolo sobrio pero estupendamente aplicado, contribuyendo así a hacer un cómic muy redondo y sólido. Un gran tomo y lectura que, incluso, se puede consumir por sí mismo. No necesita lecturas previas y el final es, a pesar de ser abierto, lo suficientemente contundente como para satisfacer, aunque tal es su calidad, que no hay quien se resista a continuar con W3.0 o buscar las grapas anteriores. Esto último algo imposible como estoy comprobando.
En fin, una etapa notable llena de calidad gráfica, buenas ideas y caracterizaciones. Un cómic ambicioso, fresco, novedoso y diferente que, tanto por su premisa revolucionaria, como por la calidad del trabajo de sus autores, se merecía un rotundo éxito. Lástima que, como ya dije, estos elementos suelen ser contraproducentes en un mercado donde todo ha de ser estándar, estar perfectamente etiquetado y ser convencional y previsible. Una gran obra que ridiculiza a Norma por no haberla sacado aún. Desde luego esta a la altura de éxitos de esa editorial como "Planetary". Antes de los archivos debería haber sacado la gran obra de Casey. En fin, un cómic que seguramente hubiera llegado al Olimpo de no haber sido atropellado por el camino en lo que es una de las cancelaciones más dolorosas que ha habido.
Comentarios
Battery Park tambien es mi tomo favorito, es la leche.
http://www.newsarama.com/comics/060918-Ambi-ThisWhy.html
Bueno, ya he ojeado alguna grapa de Casey anterior a BP por lo que ya intuía lo que me dices. Lo chungo va a ser conseguirlo en grapa de PDA. Una pena. A ver como me las ingenio.
Yo supongo que al final Norma lo sacará. Sobre todo, porque a su ritmo de publicación pronto se quedará sin material de Wildstorm e Image que publicar.
Impacientes Saludos.
Para mi es el mejor trabajo de Casey y el último número te deja un sabor agridulce. Ha conseguido acabar pero quieres saber más.
Las portadas eran de Ryan Hughes.
Supongo que Norma sacará tres tomitos con los 19 números de Wildcats volumen 2.
Te dejo una reseña que hice a la etapa y sin spoilers.
http://vishanti.blogspot.com/2006/07/los-apndices-de-vishanti-wildcats.html
No sabria decirte si es su mejor obra (yo disfrute mucho de su Cable, aunque tal vez fue gracias a Ladron, y esa coleccion tambien fue abruptamente cortada por los mandamases, que querian que volviera ROB), aunque si es la mas original y personal hast la fecha.
Pero a pesar de su calidad, me parecio que Casey se las apañaba muy mal en las series de grupo, y me sorprende que no haga otra cosa desde entonces. Tengo el recuerdo de muchos numerosque se los pasaba en repasar a los protagonistas de las distintas lineas argumentales, sin que avanzaran lo mas minimo ninguna y justo acabado el repaso, se acababan.
Felipe, cuánto tiempo! Las portadas las firman Nguyen y Hughes. Ni pa tí ni pa mí :)
Miguel Angel: tenía toda la pinta de que Lady Tron iba a regresar. Estamos de acuerdo en el último párrafo. El desarrollo de Casey era demasiado moroso. Lo que dices es a lo que yo me refiero cuando digo lo de que en la parte central la cole se atasca. Lo viene a dinamizar la reaparición de las Coda. Es una pena que Nguyen se fuese en ese momento crucial y no antes o después.
Impacientes Saludos.