Este tomo reúne una serie de historias independientes y cortas de finales de los 70 que son publicitadas por los viejunos como el epítome de la acción en Marvel porque son peleas donde los Vengatas se pegan con enemigos muy poderosos. Nunca hasta ese momento este supergrupo había encadenado seguidas tantas peleas capaces de llevarlo límite, y no estamos hablando de una alineación floja. La de esta época no es moco de pavo. Evidentemente de eso hoy no queda nada. Los tiempos han cambiado y el dibujo se ha sofisticado así que la acción de estas historias ha quedado superada por la de sus sucesoras. Quizás antes de estos nº las peleas superheroicas no habían sido tan especiales. Lo cierto es que aquí el trabajo del guionista, y sobre todo de los dibujantes, no es tan funcional y lleno de clichés como era la norma en los cómics anteriores. Pero hoy en día, gracias al cine de Acción y a que los dibujantes actuales deben ser espectaculares más que trabajadores, la acción de estos nº resulta bastante pobre. Después del Thor de Simonson, la acción en el género superheroico cambió para mejor de modo que lo anterior, salvo excepciones (Kirby, N. Adams), deja que desear. Así, estos nº hoy son flojos. Su brillo dorado ha desaparecido para siempre ya que al ser acción en viñetas pequeñas no ha aguantado el paso del Tiempo. Es como ver una pelea o una batalla de peli antigua.
Así, a pesar de que las amenazas siguen siendo poderosas y tener guiones de Shooter, el tomo es flojo. La 1ª historia es un enfrentamiento con el supervillano Gravitón, que fue creado para la ocasión. El que este sea el típico villano de opereta y el relato tenga un melodrama romántico es lo que la hace mala hoy en día. Shooter creó un supervillano muy poderoso y por ello, como era norma en sus tiempos, decidió ponerle una flaqueza, un talón de Aquiles para que pudiese ser derrotado porque mediante la violencia era imposible. Un truco gastado hoy en día. En fin, que sea el obediente y complaciente Jarvis el que salva el día lo dice todo. Busiek, siguiendo el mismo el patrón, lo hizo mucho mejor cuando rescató a este supervillano, al igual que Nicieza. La 2ª historia es un nº único que se dedica a desarrollar el rollo familiar de Wonder Man y que no aporta nada más allá de ser un episodio más deste culebrón hoy olvidado. La 3ª es una de las apariciones de Ultrón, importante porque es la creación de Yocasta. De nuevo el rancio melodrama romántico, Ultrón queriendo crearse una compañera como si fuese Frankenstein, lo estropea todo. La 4ª historia es un nº único de trámite o transición, Shooter rescata del Hades a Tifón para llenar un mes con un argumento bobo. La 5ª es la "joya" deste tomo. Es el tríptico del conde Nefaria. Ahora Shooter en vez de crear un nuevo villano reforma uno antiguo. La idea es buena, un villano se da cuenta de que en un mundo de superhéroes o se convierte en supervillano o desaparece, todo ello con un toque de soberbia aristocrática. Mal plan porque al convertirse en una especie de Superman ha sido tan poco utilizado como antes de esta historia. La pelea es dura, larga y violenta, en esas coordenadas es épica, pero es demasiado larga y Byrne falla en la destrucción (Nefaria levanta un edificio y el dibujante lo plasma como si este fuese un cubo de juguete; Nefaria es derrotado por un golpe de la Visión equivalente a una bomba H pero las consecuencias son sólo un boquete en el asfalto de la típica calle estrecha de Manhattan) y se olvida de las panorámicas. El tomo lo culmina un nº de relleno muy flojo por su argumento tan tonto como muy de la época. Un pésimo broche final sólo explicable porque el completismo no deja olvidar nada, ni siquiera lo malo o intrascendente.
En fin, el trabajo de Shooter en general ha resistido el Tiempo porque es un guionista sólido y moderno, es el 1º en cuestionar seriamente a los superhéroes, pero eso aquí no juega porque las historias contenidas en este tomo son muy formulaicas, muy vulgares, no tienen mucho interés. Sin embargo, a diferencia de otros muchas similares, son importantes pues la etapa de Shooter es fundamental para Los Vengadores de tal modo que incluso hoy estos y sus aventuras están mediatizados por ella. Por ejemplo aquí Ultrón habla de una Era de Ultrón y es conocido que Bendis para los Vengatas bebe sobre todo de Shooter.
El apartado gráfico no es malo exceptuando las páginas de S. Buscema, casi irreconocible bajo las pastosas tintas de P. Marcos, y de Tuska, el 1º está demasiado funcional y el 2º es tosco. Sin embargo, un Perez y un Byrne a medio cocer no son dibujantes memorables. La tendencia del 1º a la densidad y el realismo siempre le han restado atractivo y dinamismo, y el 2º aún cateaba en anatomía y no acierta con la narrativa, se decantó por la clásica cuando no es la mejor para la acción pues no conoce el cinemascope y la splash-page. No puedo terminar el párrafo dedicado al dibujo del tomo sin mencionar que contiene el uniforme más sexy que ha llevado jamás la Avispa, la prueba de ello es que sólo lo llevó en el nº 161. Lo diseñó para mantener el interés de su marido, qué tiempos locos aquellos.
Tronco delgado, piernas gordas. Cómo me gusta a mi.
Así pues, este tomo, aunque vital para la trayectoria de Los Vengadores, no es una grata lectura. La acción pura y dura siempre es pobre, el melodrama es demasiado rancio y al dibujo le pesa su clasicismo. Además, editorialmente no es redondo. La portada del nº 164 está mal reproducida y se ha relegado al final del tomo la del 158, una muy chula de Kirby, en favor de la introducción de Fonseca. Tan tonta e inane como siempre de modo que bien podía haber ido al final en vez de al principio.
Vengadores 15
Vengadores 15
Comentarios
De Vries, a mi ese no me gustó mucho. Aunque lo tengo en el formato ese antiguo de grandes sagas o algo así. El de tapas negras.