"... Cuando nos convertimos en historietistas profesionales luchamos por dar forma a todo lo que habíamos absorbido, por alcanzar en nuestro trabajo algo de la magia que habíamos descubierto en el trabajo de los demás, por transmitir a nuestros lectores el mismo sentido de lo maravilloso, el mismo sentido de la aventura.
Ambos hemos trabajado en el campo del Cómic escribiendo y dibujando durante años en esa particular forma de literatura llamada comic-book. Hemos intentado innovar, entretener, excitar. Si hemos fallado en transmitiros ese sentido de lo maravilloso que alcanzamos siendo niños, al menos lo habremos intentado. Si lo hemos logrado, pensad que en el intento hemos disfrutado tanto como vosotros mismos.
"Piratas del espacio" es nuestra forma de decir "gracias" a los miembros de la raza humana vivos y muertos que nos han inspirado. Es nuestro homenaje al pasado. Nuestro legado para el futuro.
Ojalá encuentres esa maravilla, esa gloria y esa aventura en estas páginas. Si no la encuentras no será porque no lo hayamos intentado.
Paz".
Bill Mantlo y Jackson Guice.
Esto que acabáis de leer es el fragmento final del texto con el que finaliza el cómic "Piratas del espacio" (por cierto, en él dice de Shooter "que es el mejor amigo del autor"). He decidido ponerlo al principio del post porque es una explicación elocuentísima y de 1º mano del estilo de Mantlo. Explica mejor de lo que yo podría hacer que es lo que Mantlo quería conseguir con sus rocambolescos y melodramáticos guiones, que es lo que transmitía a la imaginación de un tierno adolescente (en los 80 todo adolescente era tierno) inmerso en un mundo limitado y gris.
Esto es el gran valor de Mantlo. Algo que todo el que leyó comics suyos siendo un tierno adolescente puede atestiguar. Así, todos los que lo hicimos aunque, quizás ya no nos gusten (lo cual sería raro), no podemos evitar rememorarlos con placer, recordar con alegría cuando los leíamos y profesar cierto afecto a un hombre que nos entretuvo y fascinó cuando éramos pequeños, contribuyendo, así, a hacer de nuestra infancia algo maravilloso y un pasado del que no nos gustó nada ser expulsados.
"Espadas de aventureros", en el original y por eso el título castellano me parece mejor, aunque es demasiado impersonal y genérico, porque suena muy raro, me lo compré hace poco. Lo había visto alguna vez por ahí pero no me había fijado en él. La última vez sí y por eso pude ver que era un cómic de Mantlo! Me estuve pensando el hacerme con él porque por un lado podría ser una lectura maravillosa pero, por otro, algo frustrante si resultase ser el principio de algo maravilloso que se quedó colgado por siempre. Al final, lo satisfecho que me dejó "Jack, Sota de Corazones" pudo más. También, el precio, aunque alto para un cómic que no quiere nadie, es bajo comparado con el precio que se le pondría hoy a una edición así.
"Piratas del espacio" es un cómic tremendamente ochentero. Su historia es la que en los 80 la ficción estadounidense contaba una y otra vez a los adolescentes. Un viaje de aventuras (es curioso que una década obsesionada con la maldad de las drogas tenga como historia ideosincrática un trip) que evoca al Viaje del Héroe. Es por eso que en sus páginas esta la esencia de la mejor década para ser niño de la Historia (así que tengan cuidado cuando se sumergan en ellas). Es la sublimación perfecta de lo que querían hacer muchos creadores de aquella década como Spielberg y Lucas (por citar los más conocidos). El reproducir, el volver a contar de forma moderna las novelas de aventuras de finales del XIX (Stevenson, Verne, Kipling, London ...) que continuaron otros como Salgari y las pelis de aventuras de los años 30 y 40, sobre todo las del sátiro de Errol Flynn. En suma, volver a la infancia perdida.
"Piratas del espacio" cuenta la típica historia donde una treceañera (en esto ya no es tan típica, pues la ficción estadounidense siempre ha sido machista y sobre todo en los 80; Mantlo como siempre innovando) pasa de una infancia anodina y típica a una aventura fascinante y maravillosa. Descubre, como es habitual, que no es quien creía y este descubrimiento le transporta a un mundo donde aún se puede vivir aventuras y donde no hay padres (sobre)protectores.
En esto Mantlo no se quedó calvo. Pero como siempre hacía contó la historia de forma fresca y original y con su peculiar desmadre. Por eso la típica historia de piratas como rebeldes contra la injusticia trasladada al espacio, no aburre. No aburre por la frescura y el carisma de los pjs que creó (ese Lógiko) y por el buen oficio con que desarrolla tan genérica historia de space opera y también, por la admirable síntesis de elementos dispares -piratas, espacio y superhéroes!- y por como hilvana los dos mundos. De esta forma, al estar bien contada, "Piratas del espacio" es una idea entretenida e interesante pese a no ser original.
Guice dibuja torpemente con un estilo europeo y una narrativa propia del cómic de superhéroes. Se nota que le puso cuidado y empeño y se preocupó mucho por la gestualidad de sus figuras, pero no se muestra como un talentoso e imaginativo dibujante de CF y la reproducción y el color no benefician al resultado final, ya que su línea fina y delicada a veces desaparece o es ocultada. Por todo esto el resultado final resulta tosco pero, al ser efectivo, hace la lectura fluida y dinámica de modo que ayuda a que los tópicos no aburran.
El color de Ramírez es espectacular teniendo en cuenta como era el color de los 80. La página doble con la que comienza el cómic es impresionante. Así, a pesar de que lleva al límite las capacidad tecnológicas y reproductivas (aunque habría que ver la edición estadounidense para asegurarlo con rotundidad) matando, con ello, a veces al dibujo, hace un trabajo notable al saber sacar muchos matices a una paleta limitada. La verdad es que en su momento debió resultar algo llamativo e inusual por su calidad. Por eso, a pesar de todo, ayuda a la historia al conseguir aportarle realismo de forma que, conjugándose con el dibujo realista de Guice y el guión tremendamente cinematográfico de Mantlo, eleva el gris fondo al hacer efectiva la forma.
Así pues, "Piratas del espacio" es un cómic tremendamente pop y juvenil tal y como se entendía en los 80. Una lectura agradable y entrañable, que, aunque nada memorable, hace pasar un buen rato y muestra como Mantlo era capaz de contar lo de siempre de forma fresca. Esta novela gráfica en cuestión es tan solo un prólogo que consigue dejar cierto interés por el devenir de la historia gracias al oficio de Mantlo. Por lo que es afortunado que se pueda encontrar su continuación en el blog Bill Mantlo. Sólo duró 12 nº (aún no los he leído) por lo que por una parte da pena su corta duración (siempre una etapa de Mantlo se queda corta), pero por otra la novela gráfica da la impresión de ser un argumento maravilloso que sólo da para una película o una sola historia. Aunque bueno, todo es posible con imaginación y ambición y Mantlo tenía de eso.
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