Continuamos con la excelente etapa de J. Owsley, que no es otro que C. Priest. Así que pasamos de saga a saga. De la de Treta a la de El Devorador de Almas, personaje creado en la cole La Espada Salvaje de Conan.
Esta saga comprende los nºs 187-200 y el anual 12 estadounidenses que forum publicó a lo largo de 1987 y 1988 en los nºs 114-7 y 124-136 de su versión de esta cole. La razón del hiato es que forum publicó en medio unos anuales con el fin de establecer una distancia temporal entre la edición estadounidense y la española (recordemos que esta última era quincenal y la 1ª mensual).
La saga de El Devorador de Almas fue durante años mi historia favorita de Conan. En mi adolescencia flipé bastante con esta interesante y visualmente atractiva saga plagada de acción. Tras la última relectura he de decir que ahora me parece mejor la anterior saga, porque la saga del Devorador de Almas es irregular y, en mi opinión, esta algo deslabazada, detalle que aumenta mis sospechas de que Priest escribía a golpes sin un plan muy claro. Si la serie se lee mensualmente (su cadencia natural) la saga parece más coherente y sólida de lo que en verdad es.
Antes de analizar con algo más de detalle una de las mejores historias de la cole Conan el Bárbaro, hay que hablar del Especial Primavera 1987 forum, el cual incluye el anual 6 y el nº 186. El 1º está dibujado por G. Kane y escrito por R. Thomas y pertenece a la primera etapa de este guionista en esta cole, concretamente a su último año. Es un cómic flojísimo no muy favorecido, en mi opinión claro, por los dibujos de G. Kane, un gran narrador pero con un estilo poco adecuado para la Era Hibórea. El nº 186 es un fill in a cargo de D. Kraar y M. Docherty (que volvería a la cole años después como dibujante regular). Una historia marinera con espíritu folklórico que recuerda mucho a la etapa de R. Thomas y hubiera estado potable si el dibujante hubiera estado fino. También hay que hablar del anual 11, "Ojo por ojo", hecho por J. Owsley y E. Chan, nº 122 y 123 de la edición forum. Es una historia atípica, con mucho humor negro y cierta misoginia que a mi, recién llegado a la adolescencia, me impactó bastante ya que no había leído nunca historias del estilo de esta y además, como he escrito, es una historia muy exótica para la cole e incluso para el concepto Conan. Owsley nos la cuenta muy bien y E. Chan, como es habitual, dibuja con modestia y narra con pericia, de modo que es una historia que, a pesar de que se sale del scope de la serie, está entre las mejores de la misma.
Tras esto, en el nº 187, comienza la saga de El Devorador de Almas. Historia que se puede dividir en 3 actos. El 1º une la anterior saga con la nueva y termina en el nº 190. El 2º acto es el nudo, va desde el 191 al 199, y en él, como debe de ser, la historia va progresando hacia el clímax final, el último acto. Que comprende el anual 12 (último de la cole) y el nº 200 (naturalmente especial y por ello de más extensión), en este acto Conan y el Devorador de Almas se enfrentan por fin, con lo que se resuelve el conflicto que llegó a amenazar la existencia de la Tierra que se inició en el nº 187.
La 1ª parte es, tanto el inicio de la saga de El Devorador de Almas como el epílogo a la saga de Treta. Al final de esta Conan ha quedado como el poder supremo de una El Sha Maddoc semidestruida, y al principio de la saga de El Devorador Conan rechaza la corona (dice que se sabe destinado a reinar pero que no es el momento) conformándose con ser el valido de Jahli, hijo bastardo de su actual amante, Aneka, y del anterior monarca. El conflicto de esta saga comienza porque resulta que El Sha Maddoc es una pieza clave del circuito comercial de una sociedad mágico-secreta, el Consejo de los Siete, unos inquietantes ancianos (lleva cada uno una corona de espinas, aunque en los posteriores nºs J. Buscema los dibuja sin ella, ignoro el porque). Estos, viendo que han dejado de controlar El Sha Maddoc y que se enfrentan a Conan, no se les ocurre más que la genial idea de resucitar a El Devorador de Almas, un ser de otro mundo, poderesísimo y malvadísimo por supuesto, que odia a muerte al bárbaro. Esta 1ª parte termina con el fin del conflicto entre el consejo y Conan y, por tanto, con la liberación de El Devorador de Almas de su servidumbre, o lo que es lo mismo, la libertad de El Devorador de Almas para maquinar contra Conan. Así pues, la auténtica guerra comienza ahora. Esta parte tiene el nº 188 (115 forum), "La hora de los asesinos", que durante bastante tiempo fue mi nº favorito de la cole. Dibujado con sobriedad, pero con mucha eficacia por J. Buscema (con una splash page ejemplo perfecto de su trabajo que me impresionó mucho de joven), donde Conan se enfrenta en la arena a un ejército de asesinos. En aquellos tiempos me pareció el colmo de la violencia, la épica y la virilidad. Esta parte de la Saga de El Devorador de Almas termina, como ya escribí, en el nº 190 que es muy importante porque es el último nº de J. Buscema (comenzó en el 25) con lo que termina todo una época de la cole, de forma que a partir del 191 podemos hablar de Conan el Bárbaro como una cole totalmente moderna.
La parte central comienza con Conan al servicio del nuevo poder de El Sha Maddoc, quien le odia pero no puede hacer nada contra él ya que es la leche. Por eso El Devorador de Almas encuentra un aliado en él, iniciándose así una conspiración en la sombra contra el bárbaro y la camarilla que este formó en el acto anterior. Esta venganza se mezcla fortuitamente con los Antiguos Dioses de forma que las apuestas suben. De una venganza al más puro veterotestamentario pasamos a la búsqueda del poder de los Antiguos Dioses por El Devorador. Naturalmente estos deciden utilizar a Conan para impedirlo. Así la saga transcurre con un Conan ignorante de lo que está pasando que poco a poco va pillando el tema. Por el camino reaparece mucho tiempo después de la última vez Red Sonja, a quien Owsley, sin motivo, desliga de su origen divino. Este tramo de la saga tiene el nº 191 (124 forum), "El rescate", que también fue una grapa que me enamoró de adolescente por el canto que es al honor y a la valentía. También es interesante el díptico que forman los nºs 196 y 197 (129 y 130 forum), "La bestia" y "¡En pie!", donde Owsley hace un paralelismo entre un dinosaurio y Conan poniendo de relieve que ambos tienen la pureza primigenia o la bondad amoral de la naturaleza salvaje la cual choca con el mundo civilizado, pervertido por eso mismo, que, al no comprenderla, la teme y por tanto quiere acabar con ella.
Finalmente llegamos al final :) Comienza en el anual 12, el único que está integrado en la cole. En mi opinión esto fue así porque la historia debía concluir en el 200 y a Owsley le quedaban cosas por contar. En este trepidante final, la mejor parte de la saga, Conan ha de ir hasta el infierno para conseguir lo que necesita para derrotar a El Devorador de Almas el cual, mientras, conoce su humanidad en un interesante giro melodramático de la historia que le da al final cierto aire folklórico, porque es el típico relato de engaño al diablo. Así termina esta saga entretenida a ratos brillante y espectacular.
Priest en esta ambiciosa saga continua con lo hecho en la anterior. Acercamiento de Conan a la Fantasía Heroica, caracterización de este como un ser hosco y taciturno que no se siente cómodo en la civilización (lo típico del héroe cinematográfico de los 80) y por ello le cuesta implicarse, por eso es más una presencia que un personaje, secundarios que suavizan o median entre Conan y el lector, ya que es difícil identificarse con él, de forma que la cole pasa a ser coral (pero ningún problema con ello pues estos son carismáticos y encajan muy bien con el bárbaro y con los demás), técnica narrativa más compleja y forma de escribir guiones más relacionada con el dibujo. El resultado es una saga interesante y emocionante llena de sorpresas y bastante compleja, algo inaudito en Conan pues hasta Priest primaba la linealidad y la previsibilidad. Como ya he dicho, es un tanto irregular e incoherente, pero es una buena lectura que nos lleva a un final de proporciones épicas, donde se vuelve a poner de relieve la indomabilidad y resistencia de Conan. Este nunca gana por su hercúlea fuerza o su pericia guerrera, sino porque nunca se rinde y nunca se deja dominar por el miedo. Es esto lo que, sobre todo en la etapa de Owsley, acaba asustando al rival y por tanto llevándole a la derrota, porque la determinación de Conan, representada en sus mandíbulas apretadas, le arrebata la esperanza de victoria.
J. Buscema termina aquí su larga andadura. Su trabajo sólo puede calificarse de eficaz. Es un gran dibujante clásicamente minimalista pero carece de la creatividad necesaria para encargarse de una cole de Fantasía y su narrativa es demasiado sobria, si bien eso es algo más patente hoy en día que cuando hizo su trabajo. Así pues, aunque logró dar con la imagen perfecta de Conan (ya apuntada por BWS pues en sus últimos nºs ya le dibujaba más hercúleo), que no sólo es su musculatura hiperbólica, sino también un rostro de tosca nobleza y ruda franqueza y el famosísimo taparrabos (con BWS llevaba la típica falda con que lo pop imagina a griegos y romanos), el cual por sí solo ya dice mucho de quién es Conan. De esta forma, para mi, J. Buscema duró demasiado en la cole, fue el mejor dibujante que podía contar la saga de Belit pero después de eso, teniendo en cuenta como era su estilo, sobraba en una cole que transcurría en un mundo de fantasía que para más inri contaba con el alucinante y sobresaliente precedente del trabajo de BWS. Aunque, quién podría haberse encargado? De todas formas, hay que reconocer que sus 4 últimos nºs están bastante bien con unas tintas de E. Chan que esta vez no se pasan. Su nº 189 (116 forum), "Ritos de inquisición", es un muestrario alucinante de la caricatura (con las tintas de E. Chan recuerda, en ese aspecto, al MAD primigenio) de forma que en esa grapa hay muchos más rostros diferentes que en todos los tebeos de A. Davis o Manara. Una faceta y una habilidad que J. Buscema casi nunca demostró.
Le sustituyó V. Semeiks y G. Isherwood que son los nuevos J. Buscema y E. Chan pues las tintas del 2º son muy importantes en el resultado final. V. Semeiks fue un gran sustituto para J. Buscema. Aunque peor dibujante, narra de forma más compleja, no escamotea fondos, compone bien (magnífica la splash page del cadáver de El Devorador pendiendo del brazo de una estatua de Mitra presidiendo un saqueo) y es más estético (por ejemplo, hace a El Devorador de Almas más fantasmagórico de forma que deja de ser la criatura pesada, cutre y tosca que era con J. Buscema y E. Chan) y más moderno. También se preocupó por dar entidad a la Era Hibórea (con una imaginería que recuerda al cómic europeo de los 80) y por la gestualidad. En cuanto a Conan, a partir del de J. Buscema, Semeiks nos ofrece un cimmerio más voluminoso. A estas buenas bases de Semeiks hay que añadir el habilidoso entintado de Isherwood, que le da a todo un aspecto más elaborado y sólido con lo que esta etapa conecta con la de BWS, y el color de G. Roussos, que luce mucho al haberse librado del erróneo, para un cómic en color, entintado de E. Chan (Isherwood es de la misma escuela pero, al ser más contenido, deja al color hacer su trabajo). Sigue siendo el color pop, es decir, de puntitos, aunque más compactos, pero gracias a la tecnología más claro, con una gama más amplia, con tonalidades más atractivas y con la posibilidad de aplicarlo más finamente de forma que estos nºs me parecen muy bonitos (mejor que el color por ordenador). Para mi este es el mejor color para el cómic mainstream porque es muy elocuente, no sepulta al dibujo y nunca cae en el efectismo fortuito. En fin, siempre he pensado que menos es más y los nºs de Semeiks, Isherwood y Roussos me parecen uno de los mejores ejemplos de ello, basta con ver el nº 192 (125 forum), "El guardián". Lástima el papel traslucido de la edición forum y del futuro recoloreado de DH. Así pues los cómics de este nuevo equipo son visualmente más redondos pese a que el dibujo no enamora que los de la etapa del estudio de J. Buscema.
Por tanto la saga de El Devorador de Almas es una historia competente y bien hecha que se sale un poco del concepto howardiano. Destaca sobre todo por el buen hacer del dibujante, muy competente narrativamente, y por un entintamiento y un color que embellecen el trabajo de este (eso se pondrá en evidencia cuando Isherwood se ausente).
Comentarios
Respecto a Semeiks, vale que se curra mucho más los fondos, pero en dibujo de figura está bastante por debajo de Buscema, sobre todo en los rostros, en los que tiende mucho a la caricatura. Quizá por esto me gusta más cuando le entinta Alcalá, que da un toque sereno a sus caras. Por cierto que el trabajo que hará Alcalá en los últimos números de Owsley es de mis favoritos, muy por encima de lo que estaba haciendo en Swamp Thing justo antes.
Si no lo has hecho ¡corre a por ello! Owsley lo aprendió TODO de ahí (era su editor).
Tiene dos pegas: 1) va in crescendo (sus primeros 4 capítulos -historias autoconclusivas- son bastante mediocres). 2) Hay coitus interruptus. La saga-río "El principe ha muerto" da la sensación de no haber llegado ni a su ecuador tras 9 números dobles cuando Zelenetz deja bruscamente la colección. Pero esta saga es una absoluta delicia. Diría que Zelenetz no simplemente metió a Conan en los 80, lo metió en el siglo XXI quince años antes.
Y no es gratuito lo que comento de la deuda de Owsley, fue precisamente él quien retomó y remató la saga "El principe ha muerto" tres años después en los últimos 6 números de Conan Rey.
https://elcritiquitas.blogspot.com/2011/10/conan-rey-final.html
No obstante gracias por acordarte de mi.