Cada vez miramos más al pasado así que es lógico que cada vez más la reedición, incluso en el mercado de comics español, que hasta finales de los 90 desconocía el concepto, tenga un porcentaje más alto en las novedades del mes de tal modo que cada vez son menos eso, novedades. Es por eso que cada poco puedo hacer otra entrega de esta serie. Antes de ello quiero mencionar la reedición de La Cosa del Pantano. No le dediqué un post en solitario sino que fui dando mi opinión a cada entrega de la antepenúltima edición de este cómic histórico y no estoy contento con ellos ya que el hecho de tener expectativas demasiado altas no me hicieron ser lo suficientemente objetivo con la serie, pero ahí está lo que escribí para público escarnio. No me olvido de señalar la nueva entrega de la serie de Conan rey que recoge varios de los peores nº jamás publicados por Marvel, las grapas 9-17 se la serie.
Adolf: para las pasadas Navidades Planeta decidió ponerse exquisita y saco viejos cómics prestigiosos para reeditarlos en plan hipster. Uno de ellos es este. Una obra, como todas las de Tezuka, sobrevalorada. El tío cuenta muy bien las historias pero el paso del Tiempo no ha perdonado su obra. Melodrama barato y humanismo de chichinabo es lo que tiene este manga que no obstante, y extrañamante, a pesar de ser largo, ñoño y simplón no aburre.
Torrezno: Panini últimamente intenta reforzar su área de cómic no mainstream pillando todas las "glorias" españolas que puede. Este cómic no se ajusta al gusto del comprador habitual de Panini pero como en su momento ganó un premio... Torrezno a la vez está muy bien y a la vez está muy mal. La historia es original, atractiva e interesante pero el autor es tan verborreico y detallista que inevitablemente conduce al lector hacia la desesperación. Bueno, esa es mi historia. La cogí con entusiasmo y la leía con la boca abierta hasta que la dejé cansado de una historia que no avanza y de una prosa demasiado prolija y mareante. Un gran invento quizás no bien realizado.
JLA: Tierra 2: de lo mejor que ha hecho Morrison, de lo mejor que ha publicado de DC y de lo mejor que se puede encontrar en superhéroes. Una historia a la vez sencilla y clásica y posmoderna y compleja, magistralmente dibujada y contada con audacia. Un gran bocadito ya que es una historia breve y autocontenida, aunque conocer a los personajes y amarlos ayuda como siempre en el mainstream. Aquí no se trata de dar conocer a los personajes y todo eso. Se va al grano. La edición actual, la de ECC, no es la mejor, la mitad son esos extras que son paja o basura o árboles matados inútilmente ya que no aportan nada a la lectura. Afortunadamente la edición anterior aún se puede encontrar saldada. Eso me dicen porque yo lo pillé saldada hace tiempo.
Crisis Infinita: otro de ECC, la campeona de las reediciones. Cada año te reedita lo mismo que el anterior, increíble que el mercado lo pueda absorber. Esta es una obra bastante compleja de Morrison con la que me obsesioné en su momento. En mi opinión la cosa no está mal y tiene buenas ideas pero el conjunto es fallido, culpa de esto no es sólo de sus autores, pero desde luego es hardsuperheros y hardmorrison. Si no se está muy familiarizado con el género, el Universo DC y las constantes del escocés es una lectura indisfrutable.
Kingdom Come: es un cómic con el que unos autores abanderados de lo clásico pretendían darle en los cojones a los comics a la maniera de mediados de los 90. Esta forma de entender el género se lo merecía y eso favorece al cómic pero también lo convierte en un proyecto conyuntural de tal modo que conocer el contexto es clave, pero no necesario, para disfrutar con él. La historia está bastante bien y el arte, a pesar de sus numerosas limitaciones, es impresionante así que es un cómic entretenido y vistoso a pesar de ser un tanto rancio, como lo son todas las obras cuyos títulos salen de la Biblia, y no explotar de verdad la premisa. Una vieja gloria cada vez menos brillante.
Pues eso es lo que nos ha deparado los últimos meses. Seguro que, gracias a ECC, vuelvo otra vez con esto antes de que termine el año.
Comentarios
Quizás me equivoco ya que escribo de memoria: ¿los números que mencionas de Conan Rey son los que escribió Moench?.
Un saludo
Así que, en este caso, no puedo estar de acuerdo con tu opinión... aunque sólo sea por hecho de que, estoy casi seguro de que durante los años noventa el despropósito general de prácticamente cualquier serie del cimmerio alcanzaba simas difíciles de igualar.
Un saludo.
Ismaemelón Sobrino
Me gustó porque escapaba de la especie del modelo universal con que se suele presentar a los villanos de Superman como desdoblamientos del prota.
Aún conservando los escalones y espacios habituales del hombre solitario este Luthor sí escapaba de aquel santo patronazgo, y podría abrir un ciclo de descomposición con que limitar el delirio por todo lo excesivamente ejemplar y único (como las portadas de la serie en rústica española en la que coincidieron Azzarello y Rucka). Luthor te hacía recordar su repugnancia hacia la limitación asumida de forma voluntaria por Superman. Tanto como el hecho de que no se presentase al maloso como un desecho del mito, en contraposición a la ladilla aquella que sacaban en la teleserie Smalville. Más vital, tal como debe de ser el pulimiento de la fealdad, este Luthor sí se parece al que se mostraba en La Cosa del pantano. Focalizado y limitado a sus deseos, creyendo que lo feo no necesita reflejo. Un tipo delicioso de leer porque ofrece, contra a ese ideal del que hablas, la creencia de que lo único humano de verdad son lo inconstante y la anomalía. Aunque viva él también sobre una cima con cristales.
Lastima que las otras piezas de la historia (Batman y las chicas) no pudieran desarrollarse. Pero de todos modos era una historia deliciosa con un personaje que es mucho más de lo que hace.
[Voy a por un libro muy chulo y robo un fragmentillo que me recuerda a Luthor y su feliz e imposible tarea.]
Walter Benjamin