Me cagüen to! Cogí estos tomos y los pagué a ciegas. No me paré a considerar la relación páginas/precio porque, ingenuamente, pensé que no era abusiva. Pero resulta que el último tomo de Héroe al cuadrado (esperemos que sea definitivamente el último por esto del precio) vale 9€ y son 3 grapas, es decir, un 4.5x3 que supera todo lo decente, ni los judíos medievales eran tan cabrones, y el tomo de los 6 Secretos vale 12€ lo que supone un 6x5 cuando hace 2 meses el 2º salió a 6.5x6, algo razonable. Qué el 2011 nos coja confesados. En fin, yo me bajo del carro en cuanto esto se convierta en un lujo porque si se convierte en lujo yo quiero calidad acorde. Aunque estos tomos no estan mal y los 6S es la mejor serie regular de superhéroes que se esta editando en nuestro país, lo que ofrecen no compensa el sobreprecio sea o no justo y necesario.
Héroe al cuadrado, Giffen, DeMatteis y N. Watson, Norma 2010: este tomo remata el tetríptico que es esta comedia romántica en la mejor tradición jolibudiense, sólo que Giffen y DeMatteis utilizan el género superheroico para hacerla singular y para vehiculizar casi toda la comicidad. De esta forma el tetríptico, en conjunto, no esta mal aunque es irregular. Este última miniserie ha salido porque el final había quedado abierto y, supongo, que los autores querían cerrar la historia. Así pues, esta tomo es el happy end de serie de toda comedia romántica. En ese sentido era necesario pero teniendo en cuenta lo que ofrece no tanto. Aunque se lee sin que uno se revuelva en realidad no ofrece nada y apenas hay comicidad. Por el lado visual el dibujante es un tipo tosco y el color es de trámite, así que, el aspecto, sin ser malo, no es grato. Es burdo y rudo porque no puede disimular que es barato. Las editoriales pequeñas estadounidenses tiran de dibujantes novatos que se tienen que hacer todo ellos y de coloristas igualmente novatos a los que no les ofrecen las condiciones necesarias para rendir como los grandes pero les exigen resultados parecidos (colorear en el mainstream, como en toda industria, es más una cuestión de tiempo que de pericia o talento). Así, el cómic, a ojos de uno acostumbrado al mainstream, tiene un aspecto visual pobre que deprecia el resultado final cuando la cosa se podía solucionar apostando por un coloreado clásico, es decir, el de pocos colores planos pero contrastados. El resultado sería mucho más positivo porque favorecería al dibujo, no cantaría el color y la historia lo agradecería y, siendo serios, la gente compra un cómic por los brillitos? El público que sigue a Giffen&DeMatteis sólo le interesa el aspecto? En fin, este tomo es el más flojo de todos pero hay que aplaudir que no esta concebido para estirar el chiste (ergo desplumar a los fans) y que lo termina coherentemente (de un modo demasiado conservador y tradicional para mi gusto).
Los 6 Secretos, G. Simone, J. Ostrander y J. Calafiore, Planeta DeAgostini 2010: este tomo vuelve a confirmar que los 6S es la mejor serie regular superheroica de los últimos tiempos. También que Simone es una gran profesional pues siempre es regular. A pesar de esto, este es el tomo más flojo de los que llevamos porque ha dejado de lado las reflexiones sobre la Justicia y el Mal y se ha centrado en ofrecer diversión y acción. Lo cual tampoco esta mal y es bueno que haya variedad. Así pues, este tomo es más clásico que los anteriores. En vez de ser una visión posmoderna del género ofrece lo que le ha hecho grande: aventuras llenas de acción protagonizadas por personajes sobrehumanos. Una lectura muy agradable bien escrita y bien pensada que, a falta de ofrecer algo nuevo o distinto, proporciona una lectura ligera pero muy entretenida y grata en la que prima la acción sobre cualquier otro aspecto. El dibujante al principio, al ojear el tomo, me echó patrás pero tras la lectura me ha parecido competente. Calafiore es un dibujante tosco y limitado pero sabe narrar, conoce sus limitaciones y se autoentinta con garra de forma que, aunque su dibujo es simple y pobre, es más que suficiente para trasladar el guión a dibujos. Si bien es cierto que el color le favorece porque, al estar este más cerca del clásico que del actual, encaja bien con el estilo de Calafiore, que es más clásico que actual en cuanto que ni tiene vocación realista ni académica. Así pues, el resultado me ha parecido mejor y más agradable que el de N. Scott, el dibujante de todos los nº anteriores, que es mejor dibujante, pero no es lo suficientemente bueno como para practicar el dibujo clásico-académico que desea y sufre un coloreado con vocación realista que acartona todo. Por tanto, este tomo es ligero pero muy entrenido y bien hecho así que mantiene a esta serie regular por encima de la media de las series regulares mainstream actuales.
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