Bueno, aquí estoy con el post menos interesante de todos a juzgar por la de visitas y la de comentarios que suscita (los 2 anteriores post de pitufos están sin comentar). En fin, que casi me da la tentación de ponerme a escribir cualquier cosa en esta paradoja que es internet, donde todo el mundo puede acceder a lo que dices, pero precisamente a ese mundo, le tiene sin cuidado lo que tengas que decir porque ignora tú existencia.
Estos 3 números son los últimos que disfruté en mi infancia. A partir de aquí Bruguera se quedó sin material para editar y el resto de la producción pitufal de Peyo, ignoro si esta inédita en nuestro país, ya no la he leído. Curiosamente el último número que critiquito, ya contiene material que nunca llegué leer hasta ahora.
Estos 3 números son los últimos que disfruté en mi infancia. A partir de aquí Bruguera se quedó sin material para editar y el resto de la producción pitufal de Peyo, ignoro si esta inédita en nuestro país, ya no la he leído. Curiosamente el último número que critiquito, ya contiene material que nunca llegué leer hasta ahora.
En estos números se me hace más evidente la sensación que tenía cuando era un rapaz de que esto ya no es lo que era. De las obras maestras que son "Pitufísimo" y "La pitufina" y de las estupendas historias de aventuras que son "El Ketekasko" o "El cosmopitufo" ya apenas queda algo. Peyo en estas últimas historias sólo cuenta historias simples, blancas, sin imaginación y casi sin gracia. Sigue conservando un dibujo y una narrativa excepcional muy cinematográfica, pero se ha quedado sin chispa.
"El pitufo verde y el verde pitufo" es el canto del cisne de esta etapa de los pitufos de Peyo. Es una historia que narra un enfrentamiento lingüístico que se sale de madre y se vuelve algo totalmente desquiciado y desproporcionado (debería ser lectura obligatoria en todos los coles de España), sin duda inspirado en los problemas identitarios de su país (Bélgica). Una historia corta que tiene toda la ironía del mejor Peyo y un final que preludia el Watchmen :P. Le siguen una serie de gracietas de una sola página inspiradas en su mayoría en el tiro con arco, que en su mayoría son de los más insulsas.
"Sopa de pitufos" es una historia corta con cierta gracia, que cuenta el intento de Gigantón (Paquitín en Bruguera) por saciar su hambre con un manjar exquisito, la sopa de pitufos. Una historia que se deja leer muy bien narrada por Peyo. Le sigue otra serie de chascarrillos de una sola página en la que destaca sobre la mediocridad una fiesta de disfraces en la que el disfraz triunfador es el de Gran Pitufo y es que, con los años, me he dado cuenta de que dentro de todo pitufo hay un rebelde antisistema, cosa que me parece la mar de graciosa.
Por útimo, "Los pitufos olímpicos" lo peor para mi de los pitufos (pero es que siempre he odiado el deporte). Una historia de estas de final feliz y moraleja amable de lo más manida, de la que sólo merece la pena las últimas 4 viñetas. Le siguen dos historias muy breves que yo nunca había leído. 2 tonterías que revelan la deriva de Peyo hacia la tontería y la nadería.
En fin, seguiré comprando los pitufos por lealtad a una infancia feliz, pero si esto sigue así, no termino este coleccionable ni de coña, que el dinero no crece en los árboles.
Comentarios
Sólo animarte a que continues con tu trabajo y me da alegría ver en el tebelogs que has criticado algo.
Un saludo.
Rubén. Granada.
Gracias por manifestaros Ruben y Iowatt.
...ya vere si continuo leyendo mas alla dd estos primeros diez numeros, porque como apuntss parece que la cosa cae en picado.
Saludos desde dentro del laberinto